viernes, 7 de junio de 2013

EL VIAJE


Y ahora que un sol sanguíneo resplandece en el ocaso
buscaremos en la brisa claridades sin aristas, gestos
y palabras que iluminen la salida del presidio, voces
como pájaros que alcen el vuelo sin temor al horizonte,
porque el viaje nos hará libres mientras no exista destino.

Descerrajaremos goznes, abriremos puertas y ventanas,
abatiremos límites y fronteras y aunque el invierno nos aísle
estaremos dispuestos a compartir nuestro mantel de primavera
rebosante, no abandonaremos nada y a nada nos aferraremos,
y dejaremos que la casa crezca sola allá donde vivamos el instante.

Nos marcarán con la locura, nos tacharán de irresponsables,
los carroñeros afilarán sus lenguas y corbatas y nos hablarán
de fáciles hipotecas, sencillas ecuaciones que avalan un futuro
de bienestar, ese paraíso residencial en cuyos contenedores
de diseño arrojan diariamente la miserable basura que producen.

Ni caso, caminaremos indiferentes al penal de sus palabras,
volaremos como insectos sobre el arroyo que inunda el valle,
viviremos en la palpitación de la semilla que está a punto de brotar,
saciaremos nuestra sed con el agua incandescente del deseo
y, en nuestros ojos, sembraremos las sonrisas del viaje compartido.

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