jueves, 14 de febrero de 2013

EL ROSTRO DE LOS SUIDICIOS

   ¡Qué bonito todo! ¡Qué alegría tan intensa! Lo hemos conseguido. Hemos vencido a Goliat. Somos unos putos héroes. Pero esto es sólo una batalla y debemos seguir luchando. Hemos herido al cíclope, pero no lo hemos abatido. Hemos tirado abajo una pared del laberinto, pero el Minotauro sigue acechando desde la oscuridad de sus mentiras. Y debemos seguir derribando muros hasta encontrar la luz de la esperanza.
   Más o menos así se expresarían las bases de la PAH si estuviéramos en la cuna griega de la democracia o en el valle de Josafat, en plena revolución. Lo sé porque he visitado su muro de facebook de mi ciudad y casi todos los comentarios coinciden. Y es que mira que nos gusta el mesianismo, ¿eh?, y si tenemos que estar todo el día autoengañándonos para llegar a él, pues ¡hala!, juguemos a inventar mentiras. Uno puede ser un excluido, pero no puede abandonar jamás la ambición de convertirse en héroe. ¿Por qué? ¿Tan poco valor nos otorgamos, en realidad, que necesitamos refrendarlo con la idealizada admiración de los demás? Seamos realistas. Ni héroes, ni victoria, ni nada. Ayer, un día después de la aprobación parlamentaria de la ILP sobre la dación en pago, se ahorcó una nueva víctima más. Y al parecer había avisado: Antes de que me saquen de mi casa me quito la vida, ya tengo la soga preparada, dijo unos días antes a sus vecinos, Y, plof, se colgó cuando la comitiva antideshaucio golpeaba su puerta, sin que nadie hiciera algo por evitarlo. No se escandalice, señor lector, esta es la verdadera sociedad “solidaria” de España: unos corriendo tras los reporteros y otros, los estafadores, huyendo de ellos, mientras los desesperados se suicidan en soledad.
   Seamos realistas. Si antes de ayer el PP cambió su voto, de forma sorpresiva, en el último momento fue porque, tras conocer la noticia del doble suicidio del matrimonio de jubilados, se cagaron. Como los astutos zorros que son, se dieron cuenta de que una noticia así enervaría a la población si votaban en contra de la ILP, dándoles aún más argumentos a los que están a favor de ella. Por tanto, decidieron calmar las aguas y votar a favor para ganar tiempo. Total, la debaten de pasada y cierran el chiringuito pronto. Aunque sí tendrán el inconveniente de tener que oír cuatro verdades a la cara, pero como tienen esa soberbia desmedida se pasarán las críticas por el forro de la entrepierna. ¡Qué vamos a ser héroes entonces! Héroes, en todo caso, el matrimonio que se quitó la vida, porque gracias a ellos se tramitará la ILP en el parlamento. Acaso la PAH, cuya labor admiro (que quede claro), debería plantearse la creación de una asociación de víctimas de los suicidados por desahucios, porque ya son muchos, muchísimos, demasiados. Y ya es hora de darles voz y un rostro definido. Tenemos que obligar a esos bárbaros que nos gobiernan a mirarlos a los ojos, a soportar el escarnio de la vergüenza ante las miradas de las víctimas y a pedirles perdón. Y nosotros también deberíamos mirarlos y hacer al menos un breve ejercicio de expiación.

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