miércoles, 20 de febrero de 2013

A GOLPE DE MORBO Y ESCÁNDALO

   No veas si os pasásteis con los ERES, Pues anda que vosotros con El Gurtel, Ya… pero tu más, Anda ya… si con lo del Correa ya superáis todo lo nuestro, Shhh… a callar y a ocultarlo todo bajo más mierda… que vienen las elecciones (ambos a la vez).  Y mientras tanto ¿quién se encarga en este país de la política?
   Ayer, aprovechando la convocatoria de huelga de los jueces de hoy, la Pah de mi ciudad se acercó por el despacho del decano provincial de justicia. Querían mostrar su apoyo a la huelga y unirse a la convocatoria, con la intención de presionar un posible cambio de nuestra ley hipotecaria. El jefe de los jueces los recibió muy bien, con gran afabilidad, pero declinó la propuesta, pues no le parecía adecuado mezclar churras con merinas. Como ya saben, el ministro Gallardón parece tener la intención de rectificar (él quiere convertirse en santo y todos los que han llegado a serlo lo hicieron alguna vez), reconoce que se extralimitó en el tema de las tasas, pero… a saber si no está por detrás la idea de concederles nuevamente lo quitado en cuanto a la descarga de trabajo, manteniendo a los pajes de los flamantes adalides de la justicia, amén de mantenerles sus holgados sueldos y  dietas, y a cambio les exija que comiencen a sumirse en una profunda amnesia en cuanto a los malos de su partido.
   La tele y los periódicos van a lo suyo. Al Money, Money, Money, como diría Pink Floyd. A proyectarnos cada día una película cada vez más escabrosa y morbosa, con un resultado fabuloso en la taquilla. Por fin se habla de política en los medios, dirán algunos. Pero esto no es política señores, esto es circo y esperpento. ¿Qué diferencia hay entre los programas de hoy que versan sobre política y la putrefacta ignominia de los “Tomates” del pasado? Yo no veo ninguna. Ya nadie habla de la prima de riesgo, ni de cómo solucionar el paro, ni de reconstruir la industria, ni del hambre de casi un millón de niños, ni de si es posible arreglar España. Aquí cada uno se preocupa de su problema más inmediato y, entre políticos, ese suele ser seguir manteniendo su estupendo nivel de vida y mantener secreta su privacidad. Y es sabido que cuando las cosas se ponen feas, nada hay mejor que darle la vuelta a la tortilla.
   Ahora los criminales resultan ser los vigilantes y no aquel que comete el delito. Sí, ahora los criminales más abyectos resultan ser los detectives de Método 3, ¿quién será el siguiente?... ¿el policía que los vigila, el periodista que intenta descubrir, cualquier ciudadano que se atreva a hacer alguna pregunta improcedente? Y no existe medio de comunicación en España que no ansíe tener acceso a los famosos informes de los espías catalanes. Ya ven, esta es la forma de pensar que tienen los señores que nos gobiernan: Si quieres defenderte, nada es mejor que atacar. Si quieres que tu mierda no te llegue al cuello, cágate directamente en el cuello de otro y verás como el morboso público que nos observa girará el cuello para deleitarse con la asfixia del otro. Y si el otro nada tiene que ocultar, pues te lo inventas y lo repites muchas veces, que el pueblo es tonto y, con el tiempo, llega a creerse hasta lo más imposible de creer.
   Lo más penoso de todo es la oportunidad que están perdiendo los periodistas de ayudar a su país. Deberían hacer un ejercicio de memoria histórica y recordar lo importante que ellos fueron en la transición democrática de este país. Deberían copiar el ejemplo de aquellos periodistas de entonces, cuando jugándose la vida en muchas ocasiones, mantenían su integridad impoluta, prevaleciendo siempre la verdad por encima de sus intereses económicos. Entonces, lo importante era la noticia y el cambio social que esta podría producir, y no la victoria del grupo “ideotorial”. Antes, los periodistas eran gente sangre, ahora son sólo gente pared, temerosos de que alguien pueda colocarse a sus espaldas. Ya no les queda ni vergüenza.
   Sí, ya todo es circo, un sombrío esperpento en la penumbra del escenario. Pero entonces… ¿quién se encargará de la política en este país?

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