sábado, 8 de septiembre de 2012

SINFONÍA DE ÓRGANOS (Cap 10. Toledo, España)


   La familia entera estuvo obligada durante años a prescindir de vacaciones, así que cuando Juanito dejó de tener la exigencia de engancharse a la máquina que evacaba sus líquidos, decidieron formalizar el esperado asueto. La falta de riñones dibujó una palidez desmedida en el rostro del niño, nada mejor que el sur, donde el sol es más profundo y la brisa produce una sabrosa quemazón en las arterias.

   40 grados de temperatura hierven sobre la meseta manchega. Ante los ojos la uniformidad de un paisaje se pierde en el horizonte y la carrtera se hace interminable. En el coche, sus padres ocupan los asientos delanteros. Atrás, Juanito, acurrucado junto a su abuela, deja a medias el yogur. La abuela, rezumando una riada en la caricia, le susurra al oído: -Si no te lo comes todo vendrá el hombre del saco y te llevará para sacarte la manteca.

    La madre mira fijamente a la anciana recriminándola:  -Por favor mamá, no asustes al niño con supersticiones.

   Juanito no se entera de nada, absorto en la visión de unos siniestros buitres que vuelan tan alto y tan lejanos que parecen estar más allá del mar, sobre Africa.


                                      ---------- & ----------


(Este texto forma parte de un relato que me publicaron en México. Lo publico aquí desde 9 entradas anteriores, en 10 entregas diarias, bajo el mismo título: "Sinfonía de órganos", pero subdividido en 10 capítulos muy cortos que llevarán como subtitulos 10 ciudades distintas del planeta. Este es el 10º y último capítulo. Espero que disfrutéis con la lectura.) 


No hay comentarios:

Publicar un comentario