miércoles, 8 de agosto de 2012


EL LOBO ENAMORADO

El lobo, desde la cima del risco, oculto entre la maleza, ve cómo la incipiente luz del amanecer acaricia los tejados de la venta.  Sabe que en pocas horas llegará hasta él el aroma del cordero en la cocina. Comienza a oír el bullicio de los hombres al levantarse y los envidia. Ellos podrán convertirse en lobos amables. Sin embargo él jamás podrá alejarse de su instinto. Por eso les teme tanto y prefiere soñarles en la distancia, pensar que es uno de ellos, cobijado por el fuego de la chimenea mientras observa el suave baile de los labios de su loba cuando le confiesa el intenso amor que siente en ese instante. 

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