miércoles, 13 de junio de 2012


SOCIABILIDAD

   Decía que nuestra civilización estaba podrida, que no le interesaba relacionarse con ninguno de nosotros, adictos al sistema. Pero lo decía a gritos, como si estuviéramos sordos y no pudiéramos oír ese inconfesable silencio que nos decía: -¡miradme por favor, yo existo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario