viernes, 1 de junio de 2012


DOS MUNDOS

   La chica hipersolidaria de la ONG, llegó, sofocada por el peso de los bocadillos que arrastraba, al polideportivo del pueblo, donde estaban acogidos los sudsaharianos que tres horas antes arribaron sus pateras a la playa.      
   Sonriente les dijo, tras recuperar el aliento: -¿tendréis apetito?, con la esperanza de que algunos de los presentes entendiera el castellano. 
   Uno de ellos levantó el brazo y en un leguaje rudimentario contestó: -señorita, lo que ustedes llaman apetito, nosotros lo llamamos hambre. 









No hay comentarios:

Publicar un comentario